La artesanía detrás de cada pegatina reflectante
Hora de lanzamiento: 2025-09-02






Este verano, recibimos un pedido de muestra de un cliente de Oriente Medio: una flecha fluorescente amarilla y negra. pegatinas reflectantes en tres tamaños: 5×90cm, 10×90cm y 15×90cm.
Al principio, usamos un método más rápido: imprimíamos los tres tamaños juntos en un molde, los secábamos y los cortábamos a las dimensiones requeridas. Era rápido, y las láminas más grandes ayudaban a evitar que se curvaran. Pero había una desventaja: si la impresión se movía, aunque fuera un poco, el corte final quedaba irregular.
Ayer, otro cliente pidió las mismas pegatinas de flecha. Esta vez, nuestro director de fábrica intervino personalmente. Optó por un método más lento pero más preciso: la serigrafía manual.
Primero, cada hoja fue cortada al tamaño exacto.
Las zonas no utilizadas fueron cuidadosamente tapadas con cinta adhesiva.
La lámina se fijó plana sobre el vidrio, con la base amarilla fluorescente y las flechas reflectantes negras cuidadosamente alineadas.
Ajuste tras ajuste, hasta que cada flecha quedó perfectamente centrada.
Luego, con una escobilla de goma, se presionó la tinta a través de la pantalla (con un movimiento constante) y, cuando se levantó el molde, apareció una pegatina perfecta.
Tras el secado, se lavó la pantalla, se retiró la cinta adhesiva y se repitió el proceso para los demás tamaños. Fue más lento y exigente. Pero el resultado valió la pena: pegatinas impecables y profesionales que pudimos enviar con orgullo como muestras.
Al ver al director repetir este proceso con tanta paciencia y precisión, finalmente comprendí el verdadero significado de la artesanía. La serigrafía manual no es solo una técnica, es un compromiso con la calidad. Cada detalle importa. Cada pedido, por pequeño que sea, merece nuestro máximo esfuerzo.
Cuando un cliente solicita muestras, no solo las entregamos, sino que las entregamos con el corazón. Elegir Hefei Mingchang La película reflectante significa elegir la tranquilidad. Porque para nosotros, la calidad no es un acto, sino un hábito.